“El ser humano no es el más fuerte, ni tampoco el que mejor tolera las condiciones adversas, pero sí el más capaz de trabajar en equipo y buscar soluciones” este es el lema de Manaslu Adventures, empresa creada por Pablo Torrens y dedicada al team building desde 2017.
Pablo Torrens y su equipo, expertos en alpinismo y otras actividades alpinas, cada día trasladan los conocimientos y experiencias que la montaña les brinda, para sacar el mayor rendimiento a los equipos de trabajo.
“En la montaña se genera un ambiente llano, colaborativo, la gente es más proclive a desnudar el alma, a mostrar sus vulnerabilidades. Estas circunstancias, bien aprovechadas, multiplican cualquier experiencia o aprendizaje, tanto a nivel grupal como individual.”
Así, surge un método de team building cuidadosamente elaborado donde, a través del esfuerzo colaborativo y dinámico, se trabaja cualquier desafío empresarial. Aquí, la naturaleza y, concretamente, la grandiosidad de la montaña se convierte en un integrante más, creando experiencias inmersivas, donde el crecimiento personal y profesional tomará el protagonismo. Generar confianza es una necesidad fundamental para construir equipos fuertes, donde los vínculos entre empleados y el sentimiento de empresa aumenten. Aspecto que sin lugar a dudas generará beneficios significativos en los nuevos entornos laborales, cada vez más individualistas y desapegados.
Por supuesto. Al margen del objetivo concreto que se quiera alcanzar, el team building (construcción de equipos) es una herramienta valiosísima para cualquier empresa. Pues mejora las relaciones interpersonales dentro de un grupo, generando espacios de confianza, sin los cuales no existirá apertura ni conexión entre las personas.
Hay que tener en cuenta que en los equipos de trabajo en los que no haya comunicación, confianza o conexión, se propician desavenencias y conflictos con mayor facilidad, pues la empatía disminuye. Es obvio que las personas sacamos nuestras fortalezas e ideas más creativas y eficaces cuando estamos en entornos que consideramos seguros.
En mi opinión, generar confianza en los grupos de trabajo es fundamental para el desarrollo de cualquier actividad. Date cuenta de que sin ella no nos abrimos y, como consecuencia, no brillamos, quedamos constreñidos, sin arriesgar, sin mostrar nuestras ideas. Ideas que bien dirigidas, benefician la productividad del equipo y, por consiguiente de la organización.
Hay empresas que muestran su desconfianza, pero yo creo que es más bien por desconocimiento de sus beneficios y su aplicación. Es indiscutible que los tiempos están cambiando y el empleado, además de un salario adecuado, tiene otras necesidades más intangibles. Por ejemplo, sentirnos valorados es una necesidad básica que sin ella surgen muchos problemas de engagement y, por mi experiencia, a través de estas dinámicas grupales conseguimos que esto no suceda.
No, por supuesto que no, no vale todo para todos. Los programas tienen que ser a medida, no hay una estrategia estándar que funcione igual para todas las organizaciones. La preparación es la clave.
Es importante entender las circunstancias, características de cada organización para encajar las dinámicas a la situación concreta. Las peculiaridades de cada equipo tienen que ser escuchadas, debatidas, a la vez que se debería estructurar conjuntamente las dinámicas, por ejemplo, que encajen en la resolución de conflictos o, en cualquier aspecto que se desee conseguir. No es lo mismo si lo que se quiere es limar asperezas concretas entre departamentos o motivar a los empleados en general. Como tampoco es lo mismo elaborar una estrategia para un grupo muy joven donde lo que nos interesa es, quizás, retener talento o, por el contrario, para un grupo de edad avanzada que lo que se pretende es motivar.
Elegir el entorno adecuado para cada grupo y que este sea novedoso e inspirador también es de especial importancia para generar sentimiento de pertenencia y alto impacto.